Miedos y mecanismos de defensa...

Publicado en por niñezsocioafectiva

 

Cuando la ansiedad remite a estímulos específicos, se habla propiamente de miedo. La mayoría de los niños experimentan muchos temores leves, transitorios y asociados a una determinada edad que se superan espontáneamente en el curso del desarrollo. El miedo constituye un primitivo sistema de alarma que ayuda al niño a evitar situaciones potencialmente peligrosas. El miedo a la separación es la primera línea de defensa; si se rompe ésta, entonces entran en acción los miedos a los animales y a los daños físicos. Desde esta perspectiva, los miedos son respuestas instintivas y universales, sin aprendizaje previo, que tienen por objetivo proteger a los niños de diferentes peligros. Los miedos innatos se pueden agrupar en cinco categorías generales:

  • 1. Miedo a los estímulos intensos.
  • 2. Miedo a los estímulos desconocidos, como por ejemplo, el temor a los extraños.
  • 3. Miedo a la ausencia de estímulos, como por ejemplo, la oscuridad.
  • 4. Miedo a estímulos que han sido potencialmente peligrosos para la especie humana en el transcurso del tiempo, como la separación, las alturas, las serpientes u otros animales salvajes.
  • 5. Miedo a las interacciones sociales con desconocidos.

    En los niños de 2 a 4 años aparece el temor a los animales.
    En los niños de 4 a 6 años surge el temor a la oscuridad, a las catástrofes y a los seres imaginarios (como brujas y fantasmas) así como el contagio emocional del miedo experimentado por otras personas y la preocupación por la desaprobación social.

 

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